Viajó por el Programa de Intercambio Estudiantil con España:

De Ingeniero Forestal a Ingeniero de Montes

De Ingeniero Forestal a Ingeniero de Montes

La Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza cuenta con dos convenios de intercambio estudiantil  con España. El primero, con la Universidad Politécnica de Madrid, y el segundo con la Universidad de Córdoba.  El intercambio tiene una duración mínima de un semestre, pudiendo extenderse por petición del estudiante.  El alumno cursa los ramos de la carrera en España y son reconocidos como parte de la malla curricular en la Fcaultad.

Esta es la experiencia de, José Miguel Affeld,  estudiante de último año, quién partió en agosto pasado a Madrid y volvió hace poco a Chile. Es el primer estudiante de ingeniería forestal que cruza el océano Atlántico como parte del Convenio del Programa de Intercambio con la Universidad Politécnica de Madrid.  Durante seis meses y medio pasó de ser un futuro ingeniero forestal a un ingeniero de montes.

¿Cómo se originó tu viaje?

Cuando yo supe  que la Facultad tenía un convenio con la Universidad de Córdoba, siempre tuve la intención de hacer un semestre en el extranjero, más que nada para ver que se  hace en otras partes, cómo funcionan, ver cómo estamos nosotros, qué podemos mejorar y traer ideas nuevas

A principios del año pasado, empecé a averiguar qué opciones tenía y surgió la posibilidad de la Universidad Politécnica de Madrid y empecé a averiguar sobre esta Universidad española y   me pareció muy bien. Como yo no iba a hacer un posgrado, preferí ir a la Politécnica porque encontré que la Escuela Superior de Ingeniería de Montes, fundada en 1846, tenía mayor trayectoria en lo que yo quería.

¿En términos de costos, cómo financiaste este viaje?

El convenio de intercambio estipula que el arancel deberá hacerse en la Universidad de origen, por lo que seguí pagando acá la mensualidad  acá y allá no pagué nada. Sí tuve que financiar mi estadía y mi pasaje.  Allá no se paga nada, ni las salidas a terreno, nada. Allá todo es gratis, las universidades públicas son gratuitas.

Evidentemente  hay un tema de recurso,  afortunadamente mis padres me apoyaron mucho, pero sé que también existe la beca Santander que financia este tipo de iniciativas y te pasan una parte importante del costo total.

¿Y dónde te alojaste?

Nunca había estado en Europa, fue más fácil ir a España porque hablar el idioma facilita mucho. Encontré una residencia que era para nueve personas: tres españoles, dos francesas, dos rusas y dos italianas. De hecho era el único latinoamericano del grupo.  Fue lo primero que encontré, pero fue un grupo de personas muy bueno, que venía de todas partes del mundo.

¿Cómo fue la experiencia en la Universidad Politécnica?

Al principio tomé tres asignaturas del último año de allá y una asignatura con los de tercer año. Al principio hablas, tomas la palabra y se dan cuenta enseguida que tú no eres de ahí y te preguntan mucho, qué se hace acá, porque viniste, etc.  Además, ellos nunca habían tenido un sudamericano en la Facultad. La movilidad estudiantil es muy grande en Europa, pero entre europeos. Hay alemanes, austriacos,  finlandeses, pero sudamericanos no.

En relación a la Universidad quedé muy conforme, la carrera allá tiene otras áreas, por ejemplo construcción a hormigón, construcción en madera, termodinámica de motores,  como más producción ingenieril. Pero también hay ramos comunes de silvicultura, manejo de bosques ahí yo no tuve ningún problema. Me di cuenta que acá en Chile en la Facultad estamos a un muy buen nivel. Uno se cuenta que aquí la Universidad entrega todas las herramientas para que uno se pueda desenvolver muy bien como profesional.

¿En relación al futuro de la ingeniería forestal, cómo se ve  allá esta temática?

Lo que yo pude apreciar es que ellos están dejando el tema de la producción y están más bien en la parada de la conservación y restauración, como acá pero hace mucho más tiempo. Los bosques que ellos tienen para producir no son tantos como acá. De hecho, en muchas clases los profesores daban como ejemplo a Chile, Brasil, Suecia y Finlandia como los grandes países forestales. Entonces ahora toca mitigar ese impacto que se pudo causar, por eso el enfoque está más en la parte de conservación.

Hay que recordar que ellos hicieron literalmente desaparecer sus bosques cuando estaba la Armada Española y por otros hechos históricos La misma Sierra de Madrid que está a una hora y  que alimenta de agua a la capital, lleva 140 años para reconstituirse,  ahora completaron el ciclo y lograron restablecerla. Gracias a eso recuperaron el agua, ahora sale mucho más pura con menos partículas.

¿Qué te llamó la atención de la Universidad, de la carrera?

La cercanía de los profesores, me llamó la atención que los tutearan, es una costumbre que hay más allá de la universidad; eso de "tío" o "profe", no funciona. Estábamos en una prueba y un estudiante le dice al profesor "Antonio, me faltan hojas".

En relación a los profesores me acogieron muy bien, algunos que habían estado en Chile, en la  Facultad, me brindaron todo el apoyo y les interesaba mucho Chile, mis compañeros también fueron muy cordiales.  

Lo otro positivo que pude ver, es que le dan un énfasis al bosque  como un todo: producción de setas, de caza, de pesca, producción de madera, de corcho de resina. La asignatura de pesca y caza no la inscribí. Pero para la ingeniería de montes allá es un tema importante, que les da importantes recursos. De hecho muchos ingenieros forestales se titulan y administran cotos de caza o de pesca,  o tienen su piscifactoría, fue un tema que me llamó mucho la atención. A uno le puede o no gustar, pero es un campo laboral importante para los ingenieros forestales en España.

¿En términos más personales, cómo fue la experiencia?

Yo de Chile no había salido mucho, fui Perú, Ecuador, Argentina y Brasil. El desafío era más grande, ir más lejos, más tiempo, estar solo. Además, uno escucha aquí  muchos comentarios: los españoles son así, hay racismos, que la visa, que la plata; pero en realidad a mí no me pasó nada de eso, al contrario  tuve una muy buen experiencia. En los personal aprendí mucho, el hecho de vivir  con gente diversa, con gente que no sabía  español y para que me entendieran hablaba despacio, modulado.  Crecí  un montón, en la parte académica uno aprende mucho, pero la parte personal uno crece un montón

¿Cómo ves tu futuro ahora?

Volví muy satisfecho, creo que estos años en la Universidad han sido muy buenos. Uno a veces tiene que salir y volver para darte cuenta que pese a que a veces se pone difícil la cosa, que un ramo te cuesta más que otro, creo que todo esto eso vale la pena, que es por algo. Me di cuenta que todo lo que he estudiado, toda la dedicación que le he dado a esta carrera, ha sido muy positivo, también el hecho de estar en la Universidad de Chile para mí es un orgullo, es algo que no te pueden quitar.

Ahora vengo llegando de una gira que hicimos en Magallanes, conocimos mucha actividad forestal y uno se motiva mucho con eso  a trabajar  para el desarrollo de tu país. Por el momento me quiero quedar en Chile, desarrollar mi carrera acá, hay tanto que hacer! 

 

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