Residuos para la producción de Etanol

Residuos para la producción de Etanol

Alejandro García, Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Chile, Doctor en Ciencias Agrarias y académico del Departamento de Ingeniería en Madera y sus Biomateriales acaba de adjudicarse un Fondecyt de Iniciación con su proyecto "Efecto del uso de mezclas de residuos lignocelulósicos en la producción de etanol de segunda generación". Este es uno de los 49 proyectos aprobados por el programa pertenecientes a la Universidad de Chile, institución que se posiciona en lo más alto del Concurso Proyectos Fondecyt de Iniciación en Investigación 2011, aumentando casi al doble los resultados obtenidos en la edición pasada de esta iniciativa.

El profesional participó por primera vez en este concurso orientado a nuevos investigadores, especificación que se detalla en sus bases abriendo la convocatoria para quienes aún no cumplen cinco años con su título de doctor. "Para mí fue muy bueno en lo personal porque era la primera y última opción que tenía para postular porque saqué mi grado el 2007 y, para efectos de este concurso, el próximo año ya quedo fuera de bases".

Para comprender la investigación que el académico realiza es necesario detenernos en algunas características propias de nuestro país. La particularidad del escenario agrícola y forestal chileno genera un verdadero mosaico de materiales disponibles en distintos lugares y si lo que buscamos es darle un uso energético a esa biomasa disponible es necesario mezclar distintos materiales para producir etanol de segunda generación, es decir, a base de residuos. A diferencia de otros países que por sus condiciones climáticas y geográficas tienen grandes superficies dedicadas a un solo cultivo, en Chile es difícil que ocurra eso, precisamente por la variedad y diversidad de escenarios y materias primas que existen disponibles de norte a sur del país. Esta situación se escapa de lo común ya que la industria del etanol en el mundo se basa en la producción a partir de un solo material por lo que se desconocen el efecto de la producción a partir de mezclas y eso es precisamente el foco de investigación del proyecto adjudicado por el académico Alejandro García, que tiene dos años de duración y se divide en tres etapas.

La primera de ellas orientada a desarrollar una investigación preliminar usando las fuentes bibliográficas existentes, para determinar la disponibilidad de residuos. Esto consiste en realizar un barrido de materiales para analizarlos desde un punto de vista químico y determinar su composición isotópica de Carbono 13, lo que permitirá definir los puntos más interesantes para el muestreo que sería la segunda etapa, que incluye residuos agrícolas y también residuos de la industria forestal. Paralelamente se analizará cada muestra para determinar su composición. La etapa final consiste en seleccionar aquellos materiales, de acuerdo a los análisis. "Una vez que yo tenga esos materiales voy a poder hacer mezclas con materiales que sean contrastantes y de esa forma determinar el efecto en la producción de etanol y la participación de cada componente en la mezcla".

El efecto de mezclar materiales no es habitual en la industria, en Brasil y Estados Unidos, líderes mundiales, se trabaja en la producción de etanol de primera generación y, exclusivamente, con un solo tipo de material. El 70% de la producción mundial es en base a un solo material lo que en Chile no es factible, debido a la escasa disponibilidad de suelos agrícolas que hace imposible pensar en grandes extensiones de tierra dedicadas a un solo tipo de cultivo y por ende a un solo tipo de material. Ese es precisamente el valor de investigar en esta área, dilucidar que ocurre cuando se mezclan distintos componentes, si lo que realmente buscamos es aprovechar la biomasa disponible en nuestros suelos para la generación de energía.

"Si Chile quiere proyectarse como potencia agroalimentaria no deberíamos usar suelos agrícolas en producción de energía, estaríamos haciendo una acción que va en desmedro de la producción de alimentos, entonces la alternativa son los residuos, producir etanol a partir de residuos", agrega el académico quien con su trabajo entregará bases para seguir investigando en la producción de etanol y así proyectar una fuente alternativa de energía para el país.

Cabe destacar que el proyecto fue aprobado en un 100% de los recursos solicitados y que tiene una estrecha colaboración con la Universidad de Waterloo en Canadá.

 

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