La crisis hídrica que enfrenta Chile requiere de una transformación estructural y urgente, según el diagnóstico presentado en el documento "Mesa Recursos Hídricos Futuros", elaborado por la iniciativa ProyectaChile 2050. En la discusión y edición de este brief, que condensa meses de trabajo colaborativo, participó la académica y directora del Laboratorio HidroSocioLab, Pilar Barría.
La académica de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza (FCFCN) integró el Comité Editor del documento y, además, coordinó la Submesa 3: "Tecnología, soluciones y medidas de gestión para la utilización y protección del ciclo hídrico". Su trabajo fue parte de un esfuerzo amplio que convocó a 88 especialistas de la academia, el sector público y privado y la sociedad civil, con el fin de proyectar medidas concretas para la gestión del agua en el país. Estas propuestas fueron presentadas a los candidatos presidenciales durante el mes de octubre.
“Me parece fundamental que la academia participe activamente en los espacios de reflexión sobre el país y su futuro, en especial en un año de elecciones presidenciales", dice la especialista Pilar Barría, sobre las propuestas entregradas.
El documento advierte que Chile se encuentra en un momento crucial, enfrentando un aumento del 30% en la demanda de agua proyectada para 2050 (según datos de la Dirección General de Aguas), una gobernanza fragmentada y el retroceso de glaciares y sequías prolongadas, lo que amenaza el acceso al recurso para más de 20 millones de personas comprometiendo la competitividad económica. La visión, sin embargo, es la de un Chile con seguridad hídrica al 2050, que se puede lograr mediante una gestión integrada, descentralizada y basada en evidencia científica.
"En el caso de la Submesa 3, trabajamos durante más de siete meses en reuniones semanales junto a especialistas en el sentido más amplio del término: representantes de organizaciones de usuarios de agua, centros de investigación, empresas y servicios públicos. Hubo debates intensos y momentos de desacuerdo, pero el diálogo fructificó y nos permitió construir propuestas colectivas de largo plazo, que van desde la reestructuración y fortalecimiento de la institucionalidad del agua hasta la incorporación de tecnologías y Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) en la infraestructura hídrica", complementa la experta.
Para alcanzar esta meta, el texto entrega tres pilares transformadores que deben ser abordados de manera simultánea, buscando evitar el "escenario inercial" que llevaría a la normalización de la crisis y a restricciones permanentes en varias cuencas para 2050.
Los tres pilares para la transformación hídrica
El primer pilar se centra en la Modernización de la institucionalidad del agua. El diagnóstico del documento indica que más de cuarenta organismos públicos comparten competencias, generando superposición y una gestión reactiva. La propuesta central es la creación de una Autoridad Nacional del Agua con liderazgo técnico y político, y el fortalecimiento de la gestión a nivel de cuencas hidrográficas mediante Organismos de Cuenca participativos.
El segundo pilar se enfoca en la Transformación digital del agua. Se propone establecer un Sistema Nacional Unificado de Información Hídrica (SNUIH). Este sistema, según el trabajo de los especialistas, es vital para superar la falta de datos creíbles y centralizados que alimentan la desconfianza y dificultan la toma de decisiones basada en evidencia. El SNUIH debe asegurar la estandarización, calidad y accesibilidad de la información hídrica.
La experta, en su rol de coordinadora de la submesa de soluciones, destacó la relevancia del tercer pilar: la Inversión en un portafolio de soluciones diverso. Esto implica ir más allá de la tradicional "infraestructura gris" (obras físicas) para integrar una mayor eficiencia en todos los sectores, el desarrollo de nuevas fuentes (como la desalinización y el reúso de aguas servidas tratadas) y la promoción de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), como la restauración de humedales y la protección de acuíferos.
En cuanto a la equidad, el documento enfatiza la necesidad de reducir los déficits críticos en infraestructura rural. Mientras la cobertura urbana es casi universal, solo el 53% de la población rural tiene cobertura formal de Agua Potable Rural (APR), con algunas zonas dependiendo críticamente de camiones aljibe.
"Estos encuentros permiten vincular el conocimiento científico con las necesidades de los territorios y con las oportunidades que se abren desde nuestras disciplinas. Esto es particularmente relevante en el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, que es por definición una materia que requiere integrar visiones e innovar en las soluciones", declara la académica Pilaer Barría.
El Policy Brief concluye que la acción inmediata es una oportunidad estratégica. De materializarse estos cambios, de acuerdo al documento, Chile no solo resolvería su crisis interna, sino que podría convertirse en un referente global en gobernanza del agua y resiliencia climática.
