En el contexto de la megasequía que afecta la zona central de Chile, entender los mecanismos de resistencia hídrica de las especies nativas se vuelve esencial para la conservación de los bosques mediterráneos. En esta línea, la ingeniera forestal Margaret Castillo desarrolló el estudio titulado “Variación de la resistencia a la cavitación y características morfológicas del xilema de Aristotelia chilensis (Mol.) Stuntz en la Región del Maule”, como requisito para optar al título profesional de Ingeniera Forestal en la Universidad de Chile. Su investigación fue guiada por el académico Andrés Plaza Aguilar y evaluada por una comisión compuesta por los profesores Benito González, Nicolás García (curador del Herbario EIF) y Juan Caldentey.
El trabajo se enfocó en evaluar la resistencia a la cavitación —proceso que interrumpe el transporte de agua en el xilema durante sequías extremas— y en caracterizar morfológicamente los vasos xilemáticos de Aristotelia chilensis, conocido como maqui. Para ello, se muestrearon poblaciones en la Reserva Nacional Altos de Lircay (precordillera andina) y el Centro Experimental Dr. Justo Pastor León - predio Pantanillos (cordillera de la Costa).
Utilizando el método óptico y de inyección de aire, junto con análisis estadísticos rigurosos, Castillo determinó curvas de pérdida de conductividad hidráulica y midió la longitud de los vasos xilemáticos. Los resultados revelaron que, a pesar de marcadas diferencias climáticas entre los sitios —Altos de Lircay con mayor altitud y precipitaciones, y Pantanillos con clima más seco y templado—, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en la resistencia a la cavitación ni en la longitud de los vasos.
Esto sugiere que el maqui presenta una variabilidad fenotípica limitada en su resistencia al estrés hídrico, lo que podría restringir su capacidad adaptativa ante escenarios de sequía extrema proyectados por el cambio climático. El estudio también subrayó la necesidad de evaluar otros rasgos anatómicos del xilema, como la densidad de la madera o el grosor de las paredes celulares, para comprender de manera más integral la vulnerabilidad hidráulica de la especie.
La investigación aporta evidencia para diseñar estrategias de conservación y manejo de bosques nativos mediterráneos, ecosistemas altamente amenazados por la desertificación y la fragmentación del hábitat. En un escenario de crisis climática, el conocimiento detallado de las respuestas funcionales de especies clave como el maqui es importante para fortalecer la resiliencia de estos ecosistemas y proteger su biodiversidad.