Desde 2018, la Universidad de Chile implementa una Política de Inclusión Universitaria con perspectiva de diversidad funcional, orientada a eliminar barreras y promover la participación efectiva de estudiantes en situación de discapacidad. En este marco, las tres facultades que integran el Campus Sur —Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, Ciencias Agronómicas y Ciencias Veterinarias y Pecuarias— han desarrollado e implementado de manera coordinada la campaña de Asientos Reservados.
Esta iniciativa busca asegurar que la ubicación dentro de la sala de clases se ajuste a las necesidades individuales de cada estudiante, ya sean físicas, sensoriales, pedagógicas o psicológicas. Estudiantes con movilidad reducida, trastornos de ansiedad, TEA, déficit atencional, entre otros, pueden beneficiarse de esta medida que facilita su integración y participación plena en el aula.
Actualmente, el Campus Sur cuenta con 219 asientos reservados distribuidos en 34 salas, cuya ubicación estratégica —cerca de pizarras, puertas, ventanas o muros— responde a los requerimientos específicos de quienes los soliciten. Para acceder a ellos, las y los estudiantes deben contactarse con la encargada de su facultad, completar un formulario, asistir a una entrevista y presentar una constancia emitida por un profesional de salud. Luego, reciben una credencial personal e intransferible que les permite utilizar los asientos señalizados con la palabra "RESERVADO".
En el caso de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza la encargada 2025 del sistema de "asientos reservados" es la asistente social Susana Hernández.
La campaña es reforzada cada año, especialmente durante el ingreso de estudiantes de primer año, quienes muchas veces no conocen esta herramienta de apoyo. Además, se realiza un seguimiento periódico y revisión semestral para garantizar el buen uso de los asientos, su estado físico y la correcta cobertura en las salas.
Esta acción no solo cumple con un principio de equidad, sino que también promueve una cultura universitaria más inclusiva, empática y respetuosa de las diversas formas de habitar y aprender en la educación superior pública.