Casas y edificios destruidos y anegados, 223 personas fallecidas y cientos de damnificados dejó el paso de la DANA en España, un fenómeno del clima que es recurrente en ese país pero que, a raíz del cambio climático, se intensificó en desmedida.
Y es que las lluvias y tormentas rompieron récords: en Valencia, cayeron 500 litros de agua por metro cuadrado en pocas horas. Esto es mucho más de lo que llueve en todo el año.
Este fenómeno, conocido como gota fría, también ha sucedido en Chile en reiteradas ocasiones. Y aunque no suelen ser tan fuertes como en Valencia, un experto advierte que el cambio climático podría provocar que sean cada vez más frecuentes e intensos.
Qué es DANA, el fenómeno que golpeó a Valencia y España
El director del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, Pablo Sarricolea, explicó que DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) es lo que en Chile conocemos como “bajas segregadas”.
“En rigor es un centro de baja presión en altura que genera inestabilidad de temperatura. Y si hay ascenso de aire cálido, en este caso en el Mar Mediterráneo, se produce condensación, se generan nubes y fuertes precipitaciones”, dijo en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile.
A grandes rasgos, lo que provoca son lluvias y vientos intensos que empeoran cuando el aire y la temperatura del mar son más húmedos y cálidos.
Además, según explicó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de España, la diferencia que tiene con un temporal común es que la DANA puede permanecer en el mismo lugar por varios días.
La lluvia generada por la DANA es bien conocida en España. Y es que usualmente, en otoño se presenta con una intensidad leve a moderada, pero casi nunca como lo hizo este año.
Sarricolea advirtió que, como se prevé que sea un fenómeno frecuente, las ciudades afectadas deben prepararse de mejor manera.
Principalemte porque en esta ocasión, hubo problemas de gestión que acrecentaron las consecuencias en ciudades como Valencia, como la construcción en zonas que se sabía que eran propensas a la inundación.
También “habían eliminado algunas infraestructuras ligadas a acumular agua como embalses, eso también puede haber contribuido a que el agua haya llegado más rápido a la ciudad”, comentó el experto.
Además, la AEMET comenzó a entregar alertas de máxima preocupación horas antes de la inundación, sin embargo, no se tomaron a tiempo las decisiones que quizás podrían haber salvado más vidas.
“Valencia era una comunidad que no estaba preparada”.
Además de la falta de previsión de las autoridades españolas, el problema con el urbanismo y las altas precipitaciones en poco tiempo, Sarricolea advirtió que el cuarto factor es uno de los que más preocupan a la comunidad científica: el cambio climático.
“Con el cambio climático, estos eventos van a ser cada vez más frecuentes. Una de las observaciones de la variabilidad climática que estamos viendo es que los eventos meteorológicos extremos están incrementándose”.
Continuó: “Ese incremento, en una parte se puede deber al cambio climático, pero implica hacer ejercicios de atribución”.
Y es que hay eventos que se ven más o menos influenciados por la contaminación humana que está haciendo que el planeta alcance altas temperaturas récord.
“Por ejemplo, la mega sequía no es absolutamente culpa del cambio climático. Sino que en un porcentaje cercano al 30%. En las olas de calor, su atribución es un poco mayor. Entonces hay que estar pendientes de cuánto de ellos es variabilidad climática y cuanto es cambio climático de origen humano”.
Al menos en las DANAs, el calentamiento global sí tiene un rol preponderante: según un informe de la plataforma europea Climameter, financiada por la Unión Europea y el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), este fenómeno se generó por causas relacionadas al “cambio climático antropogénico”.
Es decir, al cambio climático generado por el humano.
¿La DANA podría afectar a Chile como lo hizo en España?
Según explicó Sarricolea, Chile ha vivido episodios que tienen que ver con la DANA en reiteradas ocasiones, sin embargo, nunca con la misma intensidad como la que afectó a Valencia en las últimas semanas.
El experto recordó el año 2015 en Atacama, donde hubo “vapor de agua que venía desde la zona intertropical”.
“A veces estas entradas de aire húmedo tropical, pueden aportar, pero la cantidad de vapor de agua que vimos en Valencia es muy difícil que se repita acá”.
Y aunque en Chile ya “hemos tenido eventos de baja segregada con precipitación muy intensa, a veces con nieve”, el llamado del experto es a estar preparados por lo que podría pasar en el futuro.
“El planeta se está calentando con el cambio climático, estos eventos podrían ser cada vez más extremos”.
Ante ello, el investigador sugirió cómo se puede prevenir los desastres a raíz de estos fenómenos: “La infraestructura verde y azul es clave para evitar grandes anegamientos e inundaciones. Hay soluciones basadas en la tecnología, es decir, elementos que ayuden a que el agua no se desborde”.
“La idea es sumar distintos tipos de infraestructura, los colectores de agua lluvia o planes maestros de agua lluvia pasan también a ser fundamentales. El Ministerio de Vivienda está haciendo un plan nacional de adaptación y mitigación del cambio climático y eso se está transformando en acciones”.