Durante una semana, la primera de clases, el aula se trasladó a los bosques, aserraderos y plantaciones de la zona. Allí los mechones compartieron y tuvieron su primer acercamiento con la naturaleza de la VII Región de nuestro país. En esta primera salida a terreno, que ocurrió entre los días 12 y 17 de marzo del presente año, las actividades estuvieron a cargo del profesor Roberto Garfias quien tuvo la misión de Coordinador de Campamento y trabajó junto a la académica y Directora del Departamento de Ingeniería de la Madera y sus Biomateriales, Rose Marie Garay, los profesores Juan Caldentey y Paulette Naulin, quienes desarrollaron actividades específicas según sus áreas de trabajo.
El 12 de marzo un grupo de 38 estudiantes salió desde Santiago rumbo al predio, camino a Pantanillos visitaron la Central de Incendio de CONAF en la comuna de Machalí y el Vivero Forestal Chomedahue, también de CONAF, en la comuna de Santa Cruz. Pasadas las 20 horas llegaron al Centro Experimental Pantanillos y finalizaron la jornada con una cena de bienvenida.
Despertar en Pantanillos
"Cuando nos matriculamos nos dijeron que íbamos a tener una actividad la primera semana pero no nos dijeron donde íbamos a ir, entonces fue bastante divertido y muy motivadora la experiencia porque conocimos nuevos y distintos ámbitos del Ingeniero Forestal que no conocíamos. Me di cuenta que como Ingeniero Forestal se pueden hacer muchas cosas como por ejemplo el trabajo en el aserradero o el trabajo de reforestación", señala la alumna Victoria Pulido, quien es oriunda de Los Ángeles en la VIII Región.
El predio cuenta con una casa para los profesores y un internado para los estudiantes, dividido en una zona para las mujeres y otra para los varones, además de un casino que ha sido atendido en los últimos 30 años por la señora Rosa Medina, quien desde hace 15 años trabaja con su hija Teresa Leiva. Allí se respira un ambiente familiar, Cristián Hernández es el administrador del lugar desde sus inicios y junto a las dos mujeres se preocupan del cuidado y la alimentación de los jóvenes que se basa en legumbres, frutas y verduras, todos alimentos preparados para entregarles energía ya que pasan la mayor parte del día en terreno.
"Lo que más me llamó la atención durante esta semana fue la buena disposición de los profesores a ayudarnos y orientarnos en la carrera, siempre estuvieron muy atentos explicando las cosas y acunándonos", señala María José Gatica, también estudiante de primer año.
El profesor Roberto Garfias, Coordinador de Campamento, quien lleva diez años realizando salidas a terreno con los estudiantes, señala que vio a los jóvenes muy motivados y entusiasmados, además de sorprendidos por el hecho de trabajar en terreno, algunos también se mostraban nerviosos frente a esta nueva experiencia.
La segunda jornada comenzó con una visita a Plantas Viñales, allí se realizaron actividades de procesos productivos en un aserrado, con el objetivo de vincular a los estudiantes con el desempeño en el ámbito forestal. Al respecto Victoria Pulido señala que lo que más le llamó la atención fue el trabajo en el aserradero, porque ella no entendía bien lo que allí se hacía, "me sorprendió la impregnación de polines y el uso de los residuos de todas las maderas aserradas para energía, no sabía que existía esa posibilidad de generar energía. No conocía los diferentes productos que se logran con la madera, descubrí distintos usos para la madera, no sabía que se usaba el aserrín y todos los desechos de la madera, fue un mundo nuevo.", señala la joven estudiante.
Durante la tarde se realizaron actividades asociadas con la producción forestal, como viverización, plantación, preparación de sitio, podas, raleos, cosecha y productos forestales no madereros, entre otras.
El día jueves estuvo marcado por el trabajo en los bosques, las actividades estuvieron a cargo del profesor Juan Caldentey, sobre ellas María José Gatica señala que lo que más recuerda de la salida a terreno fue el trabajo de reforestación, "el trabajo que hicimos con el profesor Caldentey fue muy inspirador y motivador. Teníamos que buscar las diferentes especies que encontrábamos en ciertas zonas. Tuvimos que ir a un bosque de pino a buscar la biodiversidad, después a uno nativo que era de Hualos y luego a la rivera de un estrecho que pasaba cerca del predio. En esos tres lugares buscamos especies y esto nos adentró mucho en el mundo forestal, a saber cada vez más de los árboles, cómo crecían, por qué crecían así y a conocer las diferentes especies", recuerda contenta la alumna.
Las alumnas Victoria Pulido y María José Gatica en
Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza
Cabe destacar que el bosque de Hualos que señala la estudiante es propiedad del Predio Pantanillos, corresponde a un relicto de bosque nativo que permite que los estudiantes puedan tener los primeros contactos con bosque nativo.
El día viernes fue el día de los suelos, se trabajó en la descripción de suelos y se terminó con el tema de currículo de Ingeniero Forestal y servicios de apoyo.
Sobre la salida el coordinador de la misma cuenta que la motivación de los estudiantes es fundamental y eso es justamente lo que se logra con este tipo de actividades, "los estudiantes están muy unidos entre ellos y también cercanos a los ayudantes y al cuerpo docente. Siempre es importante hablar con ellos sobre un concepto y lo que ellos ven en terreno, es complementaria la imagen para las clases, pero sobre todo la vivencia, se acuerdan porque saben que hicieron un trabajo en terreno, porque compartieron un terreno. Es más fácil aprende y enseñar, y motivar".
Desde el Campus Antumapu, en la FCFCN María José destaca lo atractivo del Campus, "me gusta el espacio que tenemos acá, es muy tranquilo y muy propicio para estudiar, además tenemos bastante espacio para recrearnos. Es un espacio integrador, no te sientes solo y los alumnos de otros cursos nos ayudan mucho y nos tratan de integrar a pesar que tenemos una malla nueva, tratan de ayudarte, son colaboradores. Las clases me han gustado mucho aunque algunas cosas me han costado como Componentes, pero siento que los profesores nos apoyan bastante, siempre están dispuestos a explicarnos las cosas".
El profesor Roberto Garfias señala que esta actividad debe marcar un precedente, "la primera clase tiene que ser en terreno y debe terminar con una semana, tal como está programado. Es necesario también que retomemos actividades que se hacían antes para que los estudiantes puedan vincularse más con las áreas silvestres protegidas, como la salida hacia la reserva Federico Albert y Los Ruiles, ambas Reservas Nacionales".