Ahora miden los bosques con rayo láser

Ahora miden los bosques con rayo láser

Tecnología de punta se incorpora a los proyectos forestales. Entrega datos certeros, como la biomasa o la madera aserrable de un bosque, ayuda tanto en el manejo productivo como en decisiones de conservación.

Con US$ 4.900 millones en exportaciones en 2010, el sector forestal es uno de los sustentos de la economía chilena. Entre sus muchas fortalezas, exhibe una tasa de forestación anual de 48 mil hectáreas en los últimos 20 años, una marca difícil de igualar en el mundo, para llegar hoy a superar los dos millones de hectáreas plantadas, según datos de la Corporación Forestal de la Madera, Corma.

Pero los desafíos de la industria exportadora no sólo van por el lado de recuperar la competitividad perdida por los vaivenes del dólar, los costos de la energía o la baja productividad. Sus urgencias también tienen que ver con generar información para mantener y mejorar la gestión de las plantaciones, el cuidado y fomento del bosque nativo y la recuperación de terrenos erosionados, entre otros.

Problemas típicos en el área de producción son el trazado de caminos, cubicaciones de madera, identificación de especies, fiscalizaciones y medición de alteraciones naturales o antrópicas, identificación y medición de árboles, entre otros. En el ámbito de la conservación, las aplicaciones van desde evaluar la cantidad de biomasa como un tributo importante del hábitat para aves y micromamíferos, hasta la conectividad estructural de sotobosque, que permite el movimiento de las especies de fauna nativa.

Por ello, contar con datos precisos resulta clave tanto para el manejo productivo como para decisiones de conservación de la biodiversidad asociada a los bosques. Hasta ahora, conseguir ese tipo de datos ha sido difícil, y lo que se obtiene no es siempre con la objetividad ni en la profundidad requeridas.
Sin embargo comenzó a utilizarse una aplicación, llamada LIDAR, que escanea con un rayo láser las superficies, lo que está cambiando la forma de acceder a datos precisos. La tecnología fue desarrollada en los años noventa con otros usos en la mira, sin embargo, recientemente comenzó a usarse en los bosques nacionales para modelar tanto la topografía como la estructura de la vegetación y ya son varias las empresas, y también algunas universidad como la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile, que la usan.

"Hemos utilizado esta tecnología para medir la biomasa de los bosques. Nos ha permitido hacer estimaciones en forma mucho más precisa. Esta conclusión es perfectamente válida para otro tipo de mediciones, como por ejemplo, el stock de la madera industrial o aserrable, medir el tamaño de los árboles y del bosque o la cobertura de las copas. En todos estos usos ha demostrado ser más eficiente que las tradicionales fotografías aéreas", señala Patricio Corvalán, ingeniero forestal, investigador del Departamento de Gestión Forestal y de Medio Ambiente de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile.

Resultados concretos


LIDAR, en inglés Light Detection and Ranging, es un isntrumento capaz de determinar distancias a través de la medición del tiempo que demora la luz en viajar desde el sensor a los objetos sobre la superficie terrestre. Los objetos pueden ser casas, árboles, caminos o simplemente el suelo desnudo o el agua.


El sistema utiliza tecnologías de última generación que permiten registrar la posición relativa de un sensor respecto del terreno en todo instante y entregar coordenadas geográficas con precisiones de pocos centímetros. También hace un rápido levantamiento de los objetos y con suficiente detalle para su reconocimiento, procesamiento y medición. En términos prácticos, la información permite hacer un levantamiento tridimensional de los objetos y es posible combinarla con imágenes para hacer representaciones espaciales en 3D. Utilizarlo permitirá tener información muy acabada, lo que significaría que el sector público y los privados podrían tomar decisiones en forma más específica, como por ejemplo la selección de los árboles que serán cosechados de acuerdo al nivel real de crecimiento.

Otra gran ventaja en las aplicaciones forestales es que las mediciones quedan en las bases de datos automáticamente georreferenciadas. Esto significa que se pueden incorporar en faenas de cosechas robotizadas, lo que permite mejorar sus sistema de gestión; por ejemplo, estudiando y definiendo a priori su esquema de corta y trozado; o bien, en la optimización de las faenas realizadas on line, permitiendo la actualización inmediata de superficies cosechadas diariamente.

Hoy otros ámbitos de aplicación, como la medición de la estructura de los bosques, lo cual es muy importante en la mantención de la biodiversidad. Saber con precisión la forma y envergadura de los doseles del bosque permite estimar de mejor manera el hábitat de la fauna, pudiendo definir y mantener corredores de vida silvestre.

También permitirá evaluar proyectos de caminos y canchas de acopio de madera. Además, el costo por unidad de superficie de este sistema sería menos que los que se realizan con levantamiento topográfico terrestre, lo que, además, permitirá inspeccionar tantas opciones de trazado como se desee.
Muchas de las tareas forestales se concretan en lugares remotos e inaccesibles. En estos casos, la tecnología se hace mucho más importante, ya que se pueden hacer mediciones precisas en el campo o la ciudad, sobre todo porque la captura de datos se realiza en aeronaves y su procesamiento es muy rápido. En pocas semanas se pueden cubrir grandes extensiones.

"Tal vez la mayor potencia de esta tecnología es que permite conocer el bosque completo, árbol por árbol, reemplazando la actual estimación que se realiza con muestras. Eso es un gran avance", añade Corvalán.

El LIDAR tiene cuatro componentes principales: Una unidad de escaneo emisión - recepción de láser; un sistema de GPS diferencial, uno se ubica en terreno y el otro viaja en el avión, que permite calcular la posición exacta de la nave al enviar el pulso láser; un sistema de alta sensibilidad de medición inercial, que se ubica en la unidad de escaneo y que permite registrar los movimientos del avión y hacer la corrección de ángulos horizontales y verticales necesarios, y un computador que almacena la información y controla el sistema de vuelo.

Fuente: Revista Campo, El Mercurio, por Arnaldo Guerra Martínez, 28 noviembre 2011.

Últimas noticias