El recién pasado viernes 13 de abril, en la Sala 3 del Pabellón Arauco de la FCFCN, el arquitecto entregó los detalles de su memoria, con la que obtuvo la máxima calificación, titulándose como Arquitecto de la Universidad de Chile.
El proyecto se ubica en la X Región de los Lagos de Chile, específicamente en el Predio Edmundo Winkler enclavado en la localidad de Frutillar bajo que pertenece a la FCFCN, un área atractiva no sólo por su belleza escénica sino también por la amplitud de horizontes científicos que ofrecen las diversas zonas de estudios cercanas al lugar, que incluirían Aysén, la isla de Chiloé y Puerto Montt, abarcando un área relevante para el quehacer científico del país, en estas temáticas.
La actividad fue inaugurada con palabras del Decano de la FCFCN, el Sr. Javier González, quien entre otras cosas destacó este proyecto como uno de los primeros pasos para que otras facultades de la Universidad de Chile se integren en trabajos conjuntos que hacen que la Universidad se vaya posicionando en la zona sur del país.
Completa y detallada fue la exposición del joven arquitecto, quién además complementó su presentación exhibiendo y explicando una maqueta, planos y fotografías que permitieron visualizar claramente su propuesta.
Pablo Morán cree en la idea de que los bosques deben ser vistos como generadores de servicios ambientales, "son órganos productores de recursos naturales, esto nos obliga a estudiar y comprender estos ecosistemas para generar una conducta de equilibrio", señaló.
De ahí que el diseño arquitectónico propuesto por Morán promueve los encuentros entre la comunidad, los investigadores y los estudiantes, a través de la construcción de un espacio dinámico que integra la condición natural de refugio de las construcciones en esta zona, con la necesidad de interacción social.
Propone una infraestructura dinámica a partir de un sólo refugio con tres secciones: un invernadero, un espacio de residencia con capacidad para 63 personas permanentes y un tercer espacio tecnológico de laboratorios de investigación. Estos espacios se complementan con secciones operativas relacionadas con la comunidad como un anfiteatro con capacidad para 180 personas, una biblioteca y un salón multimedia.
La idea es generar las condiciones para que los visitantes puedan interactuar y así superar una reiterativa crítica social que tiende a visualizar a los investigadores como personajes aislados de los que poco se sabe sobre su quehacer.
Pablo Morán cuenta que para él fue una coincidencia mágica que la Universidad de Chile dispusiera de este terreno en la X Región de Chile, ya que la estación experimental Edmundo Winkler contiene un relicto de bosque nativo con cualidades únicas y especiales que son importantes herramientas para la difusión del bosque nativo, su estudio y el conocimiento que se le puede transmitir a la comunidad, turistas y sociedad en general. Destacando además que el lugar es caminable desde una zona urbana de Frutillar bajo, cosa poco común en nuestro país y que hace aún más interesante la propuesta.
"Este Centro es el reflejo de condiciones por las cuales el hombre se relaciona con el medio. Podría llegar a ser un lugar simbólico y único de mixtura entre estudiantes, profesores, investigadores y la sociedad en general" asegura el joven arquitecto, quien agrega que no es común que ocurra esta interacción, principalmente porque las condiciones arquitectónicas no lo permiten. Actualmente la estación experimental Edmundo Winkler cuenta con tres construcciones separadas lo que más que promover y facilitar la interacción entre sus visitantes tiende a dispersarlos.
Una responsabilidad conjunta
El desafío de sacar adelante la propuesta de Morán y concretar el proyecto recae tanto en la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza, como en otras facultades interesadas en el proyecto.
En cuanto al financiamiento de este proyecto, que apunta a ser construido en etapas, el Sr. Manuel Rodríguez, Director Económico de la FCFCN comenta que ya se ha realizado un primer contacto con la Municipalidad de Frutillar, "están interesados y entusiasmados con la posibilidad de que la Universidad de Chile haga un aporte mayor en la zona sur, no solamente con las semanas musicales donde ya participa, sino además con el área científica". Destacó además que existen grandes desafíos científicos en la zona, entre ellos el cómo conservar la calidad de las aguas del lago Llanquihue; el incremento poblacional que está existiendo en las ciudades de la zona sur y el poblamiento alrededor del mismo lago; los estudios relacionados al ecoturismo; y la relación del bosque nativo con la producción de bienes y servicios.
El Director Económico agrega que existe interés por parte de la Universidad Estado de New York. Ellos ya han identificado ciertas áreas de interés y poseen una estación en Costa Rica. "En la mayoría de sus carreras los estudiantes están obligados a estudiar en el exterior, entonces buscamos desarrollar líneas de investigación conjunta, generar proyectos que le den vida a este centro los 360 días del año, a diferencia de lo que hacemos actualmente que fundamentalmente lo usamos en verano con los estudiantes de pregrado y en abril y marzo con los de postgrado, pero el resto del año tiene un uso bastante bajo, eso es lo que queremos cambiar", señala Manuel Rodríguez.
Pablo Morán asegura sentirse cercano a lo que es el contacto del hombre con la tierra, "cuando veo un árbol que ha vivido siete vidas de un hombre y que está al interior de un organismo frágil me lleva a pensar que nosotros en nuestra corta vida tenemos que ser responsables y trabajar para que ellos puedan seguir viviendo".
Agregar que lo que su proyecto busca es generar y proponer directrices para una relación más armónica entre el hombre y la naturaleza.