El pasado viernes 30 de agosto, el auditorio Jorge Gilchrist L. del Pabellón Arauco se convirtió en un espacio de profunda introspección y aprendizaje con la clase magistral del destacado académico Hernán de Solminihac. Bajo el título "El dolor y la resiliencia: Una experiencia familiar", el profesor de Solminihac compartió con la audiencia sus experiencias personales y los valiosos aprendizajes adquiridos a lo largo de su vida en momentos de adversidad.
La clase magistral, que comenzó a las 12:00 horas, estuvo marcada por un tono íntimo y reflexivo, donde de Solminihac relató cómo el dolor de la grave enfermadad de su hija y la repentina muerte de su esposa, puede convertirse en un motor para el crecimiento personal y la resiliencia. A través de ejemplos de su propia vida, el académico ilustró cómo, frente a situaciones difíciles, es posible encontrar una fuerza interior que no solo permite sobrellevar el sufrimiento, sino también emerge como una oportunidad para desarrollar empatía, compasión y un renovado sentido de propósito.
Durante su presentación, el profesor de Solminihac enfatizó la importancia de la resiliencia como una habilidad vital que todos pueden cultivar. Habló sobre las herramientas emocionales y psicológicas que se pueden emplear para enfrentar los retos de la vida, destacando el papel fundamental de la comunidad y el apoyo mutuo en momentos de crisis. Su enfoque no solo se centró en la superación personal, sino también en cómo podemos ayudar a otros a superar sus propios desafíos.
"La verdad que fue una discusión inicial, es decir, cómo enfrentar un libro de esta naturaleza y tenía dudas de cómo iba a ser recibido un libro de esta naturaleza", relata el Dr. Hernán De Soliminihac luego de la charla. "Estoy súper contento y agradecido por la recepción que ha tenido el libro, porque la verdad que distintas personas, de distintos tipos de formaciones intereses, ha tenido un impacto súper positivo en ellos", detalla el académico.
El evento concluyó con una ronda de preguntas, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de interactuar directamente con el profesor de Solminihac, generando un intercambio de ideas y experiencias que enriqueció aún más la jornada.
"Obviamente uno va madurando más incluso con lo que escribió, porque ya tiene prácticamente un año el libro, entonces, ¿cómo logro procesar todo esto después de este proceso y esta vivencia que he tenido del feedback que me ha dado la gente? Aquí mismo se vio, algunas no eran ni preguntas, eran comentarios de su propia vida (...) eso también es como tú lo notas que es bonito", cerró el académico.