El mes de enero ha sido testigo del enriquecedor Curso de Verano Huilliche en la Estación Experimental Frutillar de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile. Encabezado por el profesor Alejandro Bozo y con la participación las y los estudiantes Agustín Milanesi, Allelen Pizarro, Millaray Martinez, Scarlette Barrientos, Vicente Nazar, Vicente Cabello y Camila Céspedes, cada jornada fue una exploración de la cultura y el conocimiento ancestral.
Jornada Inaugural: Redescubriendo Tradiciones
El lunes 22 de enero marcó el inicio del curso con un viaje simbólico hacia las raíces de la cultura huilliche. Desde la tradicional garita de Frutillar, el grupo se trasladó al predio, donde fueron recibidos con un desayuno de "ulpo", harina tostada con agua caliente. La jornada cobró vida con el "nguillantun", una ceremonia de rogativa que limpia y armoniza el espacio ceremonial, ofreciendo una conexión renovada con la tierra y los antepasados.
La ceremonia estuvo precedida por el "lepuntun", una purificación guiada por el Lonco y el Werkén Pedro, donde hierbas como el romero y la ruda fueron seleccionadas meticulosamente para limpiar las energías del lugar. Los ritmos de los instrumentos tradicionales acompañaron cada paso, infundiendo vida y significado a la ceremonia. Posteriormente, el grupo compartió un desayuno comunitario y una sesión informativa sobre la historia del territorio y el Lof Ancestral Paillahuel.
Exploración y Aprendizaje Continuo
El martes 23 de enero estuvo dedicado al aprendizaje activo y la conexión con la naturaleza. Desde el amanecer, el grupo participó en el Llellipun, una ceremonia matutina de agradecimiento y reflexión. La jornada continuó con una clase de "che sungun", donde se exploraron aspectos del idioma huilliche y se realizaron actividades interactivas para fortalecer el entendimiento mutuo.
La tarde fue testigo de un taller práctico sobre la multiplicación de plantas nativas y medicinales, donde se compartieron técnicas de propagación y se destacó el valor de la conservación de la biodiversidad. La jornada culminó con un juego tradicional llamado "Linao", que no solo fortaleció los lazos entre los participantes, sino que también sirvió como recordatorio de la importancia histórica de estas prácticas culturales.
Inmersión en el Saber Ancestral
El miércoles 24 de enero estuvo marcado por la profundización en el conocimiento ancestral. Desde la ceremonia matutina de Llellipun hasta la clase de anatomía de la madera, cada actividad ofreció una ventana al saber tradicional huilliche. Talleres prácticos de cuero y madera proporcionaron oportunidades para la expresión creativa y la adquisición de habilidades artesanales, mientras que las conversaciones informales fomentaron la colaboración y el intercambio de conocimientos.
Celebración y Despedida
El jueves 25 de enero concluyó el Curso de Verano Huilliche con una última jornada de aprendizaje y celebración. Desde el Llellipun matutino hasta los talleres creativos y las actividades al aire libre, cada momento fue una oportunidad para honrar la riqueza cultural y la conexión con la tierra. La jornada culminó con una comida compartida en locales cercanos al Lago Llanquihue, donde se reafirmaron los lazos creados durante esta experiencia única.
Así, el Curso de Verano Huilliche en la Estación Experimental Frutillar ha sido un viaje transformador hacia la comprensión y el aprecio de la cultura y el conocimiento ancestral huilliche. A través de actividades prácticas, ceremonias significativas y conversaciones enriquecedoras, los participantes han fortalecido su conexión con la tierra y entre ellos, llevando consigo recuerdos perdurables y lecciones valiosas para el futuro.