En el marco del Programa de Regional de Asistencia para el Desastre (RDAP) del Bureau de Asistencia Humanitaria (BHA) de USAID (United States Agency International Development), se invitó al Profesor Miguel Castillo del Laboratorio de Incendios Forestales de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile como punto focal de Latinoamérica para apoyar el estado actual en políticas públicas y desarrollo en manejo del fuego y gestión de desastres.
En dependencias de la Presidencia de Uruguay, se realizaron reuniones de acercamiento y análisis con la Dirección Nacional de SINAE (Sistema Nacional de Atención de Emergencias), Dirección Nacional de Bomberos, Directorio de SPF (Sociedad de Productores Forestales), representantes de cuerpos de ayuda humanitaria (Costa Rica), fuerza aérea, representantes de la academia y profesionales asociados a la gestión de desastres.
Así, Castillo explica que los temas tratados se enfocaron en un diagnóstico general del estado de Manejo del Fuego en Chile y cómo ha sido la experiencia de transitar por sucesivos desastres de incendios forestales, con énfasis en lecciones aprendidas. De esta manera, el ejercicio consistió en cómo trasladar la experiencia acumulada al contexto actual de Uruguay, con miras a fortalecer el esquema nacional de protección contra incendios forestales.
“Uruguay tiene el gran desafío de poder implementar a mayor escala sus planes y programas de defensa contra incendios forestales. Ven con preocupación cómo en la región -Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay- el cambio climático se está haciendo presente con evidencias muy claras, entre ellas el inicio de incendios en estado inicial sin control, y la propagación transfronteriza del fuego, temas que están apareciendo con mayor frecuencia”, explica el profesor Miguel Castillo.
El profesor Castillo explica que Uruguay tuvo este verano dos incendios grandes de interfaz cerca de Montevideo que amenazaron seriamente a casas de alto valor económico en la zona costera. “Con esto se está evidenciando que falta políticas para poder proteger de mejor manera la infraestructura crítica y enseñarle a los propietarios sobre cuáles son las pautas necesarias para poder cuidar sus zonas arboladas”, explica el experto. Y agrega que “tienen una buena Ley de Incendios Forestales pero que requiere ser complementada con planes y programas de protección. Es decir, falta considerar la variable técnico-económica en el sentido de disponer de indicadores de oferta y demanda para saber distribuir de mejor manera cuáles son los lugares que potencialmente podrían quemarse en el futuro con mayor severidad”.
En este sentido, la misión del Laboratorio de Incendios Forestales fue iniciar una red de mini programas y proyectos, escalables en el tiempo para poder potenciar los futuros planes y programas de defensa. Esto cuenta con tres ámbitos de acción: 1) conocer de mejor manera la modelación de combustible de Uruguay que es poco desarrollado; 2) apoyar los planes y programas de primera respuesta para los incendios de la interfaz urbano-forestal y 3) fortalecer a la academia porque en Uruguay no hay especialización en incendios forestales.
El caso de Uruguay y cómo se relaciona con Chile
“Uruguay tiene una topografía muy llana lo que facilita el combate, sobre todo, la llegada de recursos frente a eventuales emergencias cosa que en Chile es más complicado porque somos un país muy montañoso. Entonces, hay muchos criterios que nosotros necesitamos considerar y que nos hace más complejo nuestras operaciones de combate”, declara el académico de la FCFCN.
“No obstante, están interesados en actualizar su cartografía de modelos de combustible, necesitan un simulador de incendios forestales. En esto, ellos quieren nuestra asesoría y programas de preemergencia”, completa el investigador del Laboratorio de Incendios Forestales.
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El experto detalla que la “gestión del agua” es un tema común para ambos países, por ejemplo, nuestro país viene de una fuerte sequía- a pesar de las lluvias- pero en terreno tenemos problemas con los puntos de abastecimiento de agua cosa que complica el combate de los incendios peri-urbanos y rurales. Mientras que en Uruguay están pasando por una sequía extrema donde no hay agua ni siquiera para el consumo. Se están operando las plantas de desalación para poder operar y tratar de mitigar ese caudal de agua que falta.
Lo segundo, es la gestión del combustible, si no tenemos la capacidad de gestionar escalonadamente cuáles son las mayores cargas de este recurso vamos a tener un problema potencial que se deriva del comportamiento del fuego.
En la instancia, se realizaron diversas actividades de campo, recorriendo poblados cercanos a Montevideo, para conocer de primera fuente la realidad de los incendios recientemente ocurridos y una evaluación sobre las capacidades instaladas y oportunidades de mejora. Así, el profesor detalla que esta experiencia e intercambios de opiniones con los representantes de Uruguay, permiten oportunidades de desarrollo en materia de política estratégica y temas asociados a los escenarios futuros para este país, entre ellos el alarmante aumento de la interfaz urbana forestal, la sequía extrema, los incendios transfronterizos y las evidencias de eventos cada vez más frecuentes de comportamiento extremo del fuego. “Se están viendo muchos incendios pasando de un país a otro y en lugares donde no hay recursos suficientes para poder contenerlos”, cierra el experto.