El proyecto de investigación “Impacto económico, social y cultural de la invasión del castor en Tierra del Fuego y resto de la Región Magallánica”, fue adjudicado a los profesores Claudia Cerda y Gustavo Cruz, académicos de CFCN y se enmarca en el Proyecto GEF Castor del Ministerio del Medio Ambiente y la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en colaboración con el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la ONG Wildlife Conservation Society (WCS).
La industria peletera introdujo castores, a fines de los años 40, en el extremo sur de nuestro país con el fin de impulsar su alicaído negocio debido a la aparición de la piel sintética. Estas especies literalmente invadieron el ecosistema de la Isla Grande de Tierra del Fuego, en el extremo sur de nuestro país al no tener depredadores naturales y representan una real amenaza a los sistemas naturales del lugar.
De acuerdo con la profesora Claudia Cerda, académica del Departamento de Gestión Forestal y su Medio Ambiente de CFCN, quien dirigió el equipo interdisciplinario de profesionales donde también colaboraron Ana Araos, Iñigo Bidegain, Isabel Juricic, José Aravena y Camila Araníbar de nuestra Facultad; los académicos Oscar Skewes y Cristóbal Pizarro de la Universidad de Concepción, y Alexis Segovia, docente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de nuestra Casa de Estudios; esta investigación se enmarca en una problemática global y nacional al analizar el impacto de las especies exóticas invasoras a la biodiversidad.
“Tiene que ver esencialmente con los propósitos de nuestra Facultad de conservar la naturaleza. Debemos resguardar el compromiso que tenemos con nuestra biodiversidad. Hay un deterioro ecológico importante y claramente afecta al bienestar social”, afirmó la profesora Cerda sobre la motivación de realizar este estudio, destacando que hay más de 120 especies exóticas invasoras causando daños importantes en los ecosistemas y al sector productivo en el país.
La profesora Cerda, junto a su equipo de investigación, ya había estimado previamente el primer valor económico de daño de siete especies exóticas invasoras en el país, en un estudio preliminar con el MMA y el PNUD, entre las cuales se consideró el castor, pero faltaba analizar en profundidad el impacto de su presencia en otros ámbitos.
“Hay varias especies invasoras que han derivado en investigación. El daño del castor es muy evidente desde la perspectiva del bosque, del paisaje y de los sistemas hídricos. La invasión está presente en uno de los lugares más prístinos del mundo”, agregó la académica sobre la decisión de analizar los impactos económicos y socioculturales de este roedor.
El estudio, liderado por el equipo de la profesora Cerda para el Proyecto GEF Castor, determinó que Chile ha perdido 73 millones de dólares, más de 55 mil millones de pesos, desde que este roedor semiacuático, capaz de modificar cursos de ríos con sus diques, alterar la composición del agua y talar árboles con sus afilados incisivos, llegó a Tierra del Fuego. El monto considera pérdidas en la biodiversidad y en los bosques, y daños en las praderas.
La importancia del estudio “Impacto económico, social y cultural de la invasión del castor en Tierra del Fuego y resto de la Región Magallánica” radica en que no solo se realizó una estimación del costo monetario de la invasión del castor, sino que también se analizó el impacto sociocultural de su presencia en la zona, al tomar en cuenta a diferentes actores afectados como por ejemplo pobladores, ganaderos, empresas, el Estado.
“La percepción del daño depende del grupo afectado. Entrevistamos diferentes personas para saber cómo les afectaba la presencia del castor, muchas eran trabajadores dependientes de los sistemas naturales del área y profesionales que tienen que ver con la gestión ambiental de esa zona”, señaló la profesora Cerda sobre la metodología para calcular el impacto sociocultural de la presencia del Castor en la XII Región.
“Queríamos ver si había opiniones sinérgicas o discordantes. Lo que difiere es la percepción de qué es lo que el castor daña o deteriora, pero en general, la percepción es negativa frente a su presencia. Algunos piensan que afecta la calidad del agua, otros, la infraestructura, el paisaje”, agregó sobre los resultados en este ámbito.
Los resultados de esta investigación abren la discusión y hacen tangibles los impactos que se visualizan hace bastante tiempo en la zona por la presencia del castor. Es de vital importancia generar políticas públicas de control de esta especie invasora que tomen en cuenta el impacto económico y la divergencia sociocultural.
“Este estudio permitirá determinar prioridades de gestión en términos de control, cuáles serán los costos y beneficios de cada mecanismo, considerando la salud ecológica y el bienestar social”, concluyó la profesora Cerda.