La Deforestación bajo la lupa de Google

La Deforestación bajo la lupa de Google

Un poco como en las obras de arte de un museo, donde las calles de un barrio son peligrosas, los bosques del planeta van a futuro ser puestos en vigilancia permanente en tiempo real, o casi. La iniciativa internacional de la Global Forest Watch (GFW) fue lanzada, el jueves 20 de febrero por el banco de pensamiento americano, World Resource Institute (WRI) y unos cuarenta colaboradores de premier nivel, como Google y la Universidad de Meryland.

El organismo creó una base de datos muy sofisticada destinada a vigilar la deforestación debida a la explotación ilegal o a fuegos de limpieza (para uso agrícola). Debido que a pesar de la importancia que tienen los bosques para la humanidad, éstos continúan a ser depredados y destruidos. Incluso, aunque el crimen es descubierto, la reacción es tardía.

Para las forestas primarias, el mal casi es irreversible. Hoy no queda más que el 15% de su superficie original. Según los propulsores del proyecto, 2,3 millones de km2 de bosques se han perdido, entre el 2000 y el 2012, equivalentes a 50 canchas de football por minuto.

Para construir su base de datos, Google ha trabajado con la NASA, con la colecta, extracción y transformación de millones de imágenes satelitales, acumuladas durante más de 40 años, por el programa Landsat, cuyos archivos, se han abierto para el público en general el 2008. "La clave era entregar todos esos datos utilizables", explica Rebbeca Moore. Directora técnica de Google Outreach y la Earth Engine. Con el equipo del geógrafo Matthew Hansen, la Universidad de Maryland, y al cabo de muchos años de análisis, una carta de alta resolución del estado de los bosques del planeta y su evolución entre 2000 y 2012, se actualizó.

"Cobertura. Los bosques cubren alrededor de 4 mil millones de ha de la superficie terrestre, o sea el 30% de la tierras emergentes. En el curso de los cinco últimos milenios, se han perdido, 1,5 mil millones de ha, los bosque básicos o primitivos ocupan apenas el 15% de su superficie original."

"Destrucción. La deforestación, debida principalmente a la conversión de forestas tropicales (Asia Sud-este, Amazonia, valles del Congo y Africa Central) en tierras CULTIVABLES, ha destruido cada año, 13 millones de ha, entre 2000 y 2010. El ritmo, se ha aminorado, en relación a la década del 1990, en la cual la pérdida, era de 16 millones de ha /año."

"Brasil, el único país que vigila desde hace años sus bosques por teledetección, ha bajado su destrucción en 70%."

"Reforestación. Ha reducido la pérdida neta a 5,2 millones de ha/año."

"Fue necesario trabajar 10000 computadores en forma simultánea para lograr hacer funcionar el algoritmo", precisa Rebeca Moore. El modelo analiza en permanencia la evolución de las imágenes recibidas y una vez eliminadas las variaciones atribuibles a la estación o al clima, está en condiciones de detectar las fluctuaciones importantes de la cobertura forestal.

Entre las fuentes que van a alimentar permanentemente a Global Forest Watch, dos programas satelitales de observación van a contribuir, uno que proporciona imágenes anuales de muy alta resolución (cuadrados de 900 m2 de suelo) y la otra entrega cada tres semanas, imágenes ligeramente menos precisas, pero al día. Las detecciones de incendios forestales, será cotidiana. Los que originan esta idea, estiman que los progresos tecnológicos debieran permitir obtener datos más precisos y regulares en el muy corto plazo.

"Más de un billón de personas dependen de los bosques para su sustento, empleo, alimentación o acceso a fuentes de agua, recuerda el director del WRI, Andrew Steer. Más del 50% de la biodiversidad del planeta está en los bosques. Y más del 48% del carbono es retenido por la foresta. Ocuparse en forma eficiente de esta tarea, debiera ser una prioridad evidente y absoluta. Pero lamentablemente, estamos atrasados.

A pesar de una toma de conciencia progresiva, la lucha contra la deforestación tropical adolece de falta de información precisa e insuficientes medios de control. Por ejemplo cuando el presidente de Indonesia, hizo aprobar la ley contra la cosecha ilegal de bosques, era muy difícil para él, saber lo que realmente ocurre en terreno, estima Andrew Steer.

En el futuro, si una plantación de palmas reemplaza una de bosques, una alarma debe concernir a todos los involucrados. Muchas internacionales como Nestlé y Unilever, enormes compradores de aceite de palma y que se han iniciado en el combate contra la deforestación, podrán vigilar de mucho más cerca las fuentes de abastecimiento de sus proveedores.

En el futuro, las cartas deberían también proveer información sobre la identidad de los explotadores forestales responsables de la parcelas o sobre los derechos interpuestos por las poblaciones indígenas.

 "Tal como actualmente se puede ver la casa de los amigos en Google Earth, gracias a Global Forest Watch se podrá vigilar como evoluciona, tal o cual parcela de foresta", explica Nigel Sizer, jefe del proyecto para WRI.

El sitio (globalforestwatch.org) es accesible al público y además, interactivo. Los observadores en terreno están invitados a comentar, confirmar o precisar las informaciones entregadas.

GFW ha obtenido 25 millones de US$ (18 millones de Euros), de los cuales 10 millones provienen de Noruega, el país más generoso delante del Reino Unido y los Estados Unidos, que participaron con 5 millones cada uno, lo mismo que el Fondo Internacional del Medio Ambiente. Estas contribuciones debieran asegurar el funcionamiento del proyecto, que emplea a una veintena de personas durante los primeros tres años.

Brasil, el primer país que vigila sus bosques por teledetección a través de la agencia espacial INPE, ha servido de inspiración: la tasa de deforestación ha bajado en un 70% en algunos años. La Global Forest Watch espera desde ya registrar  a su vez, resultados tangibles en el resto del planeta.

Por: Florence de Changy

Traducción de Javier González Molina, Decano Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza. Profesor Titular UCH.

 

 

 

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