¿Cómo implementar medidas efectivas?

Las personas y su dimensión social: elementos clave para la conservación de la naturaleza

Personas y dimensión social: elementos clave para la conservación
Conversatorio “Conservación de la Naturaleza: Desafíos y Futuro desde la toma de Decisión” contó con la participación de voces expertas del mundo público, de las ONG y académicas.
“Conservación de la Naturaleza: Desafíos y Futuro desde la toma de Decisión” contó con la participación de voces expertas del mundo público, de las ONG y académicas.

Cómo promover una mirada integral en torno a la conservación de la naturaleza, que tome en cuenta la vida cotidiana, los valores y la dimensión social de las comunidades en su respectivo entorno. Este fue el foco de análisis del seminario “Conservación de la Naturaleza: Desafíos y Futuro desde la toma de Decisión”, organizado por la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza (FCFCN) de la Universidad de Chile.

En el encuentro, participaron voces expertas del mundo público, de las ONG y académicas. Una de ellas fue la directora de Postgrado de la esta unidad académica, Claudia Cerda, quien enfatizó que “es difícil avanzar en la preservación de la naturaleza sin entender las causas sociales que provocan las problemáticas en la biodiversidad. Es importante entender que los procesos de pérdida de especies son causados por la acción humana y esto requiere cambios, precisamente, en la actitud y comportamiento humano. Por otra parte, es fundamental comprender cómo las decisiones de conservación afectan la vida de las personas”.

Agregó, por otra parte, que la conservación es un desafío con múltiples factores que no se soluciona solo con legislación. “Lo que está involucrado son los valores humanos y entender esa diversidad. Las decisiones tienen que ver con valores sociales que se ven afectados”, planteó la experta de la U. de Chile. Asimismo, indicó que estos valores son complejos porque muchas veces están en conflicto entre diferentes grupos y se debe entender también sus dinámicas culturales. “La conservación tiene que ver con la gente y no solo con especies o ecosistemas, y esto puede generar costos. Y hay que entender cómo los grupos razonan y que pueden verse afectados”, cerró la académica.

Otra de las participantes fue Paulina Stowhaz, encargada del Programa Nacional Integrado de Gestión de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio del Medio Ambiente, quien destacó que las principales crisis en biodiversidad que hoy se viven en Chile tienen como punto en común “las actividades humanas que no están siendo evaluadas (...) La parte social, ni de dimensión humana, no están siendo integradas en las soluciones”.

Por su parte, la coordinadora general de la Reserva Natural Altos de Cantillana y directora de Relaciones Públicas de la asociación ASI Conserva Chile, Fernanda Romero, advirtió la necesidad crítica de presupuestos para iniciativas que vayan en directo beneficio de las familias y comunidades que conviven con la naturaleza. “Sabemos cómo hacerlo, pero no lo hacemos porque no tenemos recursos. Y no los tenemos porque no es un tema que sea de presión política. No es un tema para la sociedad. Si le preguntamos a la gente qué es el medioambiente responde ‘reciclaje’, el ‘cuidado del agua’, y términos como biodiversidad o ecosistema están totalmente ajenos de la realidad de las personas”, comentó.

Desde una experiencia más local, la jefa del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF, Región de Coquimbo, Paula Martínez, remarcó la importancia de la conservación en una de las zonas que cuenta con mayor biodiversidad del país. “La Cuarta Región es la que tiene menor superficie protegida y la que tiene mayor diversidad biológica de plantas vasculares en Chile. El porcentaje de protección no llega al 1%”, señaló la experta. Así, destacó que la mayor parte de estas áreas resguardadas no son protegidas por el Estado, sino que por particulares, y que el desafío es generar un corredor biológico en la zona, que vaya en directo beneficio de la biodiversidad y de las comunidades.

Javiera Calisto, directora jurídica de Oceana Chile, se refirió además a cómo la industria salmonera en Chile impacta en la biodiversidad y a las comunidades de su entorno. La experta mencionó que, por ejemplo, el 37% de todos los salmones que se escapan desde las instalaciones de salmonicultura se debe a “condiciones climáticas”. Sin embargo, detalló que esto refleja la “falta de infraestructura o planificación ingenieril para que los factores del clima no afecten la producción”.

El conversatorio contó con la participación de Horacio Bown y de Rosa Scherson, decano y directora de Extensión de la FCFCN, además de un público estudiantil y de organizaciones e instituciones afines.

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