Experto en socioecología

César López Santiago: "La población local tiene conocimientos ecológicos que políticos y científicos hemos despreciado"

César López: "Hay conocimiento ecológico local que hemos despreciado"

César López es doctor en Ciencias Biológicas y trabaja como profesor ayudante en el Laboratorio de Socio-Ecosistemas, de la Universidad Autónoma de Madrid. El 10 de noviembre estuvo en Campus Sur de la Universidad de Chile, para realizar una charla en el contexto del proyecto FONDECYT REGULAR Nº 1151063, "Exploring human wildlife relationships in Chile: a multi stakeholder perspective to wildlife conservation management", en la que participa como co-investigador. El proyecto es dirigido por la académica de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza, Claudia Cerda.

“Claudia nos hizo una invitación al grupo del Laboratorio de Ecosistemas, en concreto a mí por tener conocimiento y experiencia sobre los métodos de evaluación social de servicios de ecosistemas y concretamente en métodos basados en percepción visual. Tengo varios artículos en ese sentido, la tesis doctoral mía fue en esa línea de trabajo y ella identificó que podíamos tener una buena colaboración”, explica López respecto a cómo surgió la posibilidad de exponer en Chile.

¿Cuál es la relación entre Chile y España, si es que la hay, que hace atractivo investigar en el contexto de sistemas socio-ecológicos? 

Hay muchas cosas que son comparables, empezando por los problemas que hay en la conservación. Hay planteamientos políticos que vienen de corrientes internacionales y aunque generan casuísticas diferentes en cada país, son bastante comparables. Luego, también nos une que en España tenemos una gran parte de territorio de clima mediterráneo y aquí también hay una zona muy importante de Chile que tiene clima considerado mediterráneo. Esos ecosistemas tienen dinámicas ecológicas parecidas. Hay diferencias importantes también, pero la colaboración es enriquecedora para ambos.

¿Cómo se logra poner en práctica la idea de la socio-ecología y la investigación bajo estos paradigmas?

Como todos los paradigmas nuevos, está en proceso de llevarlo a la práctica. Tiene todo un recorrido, el primero es teórico, luego vendrá el recorrido investigador. El trabajo consiste en reinterpretar ecosistema y sociedad como dos componentes íntimamente acoplados de un solo sistema… reinterpretamos la realidad a través de este paradigma de las Ciencias de la Sostenibilidad, que pretende tender puentes entre disciplinas del conocimiento y romper barreras conceptuales e ideológicas internas y externas a la ciencia, que nos han hecho fracasar al interpretar los sistemas socio-ecológicos.

¿Y qué se busca con este estudio?

Los científicos de la naturaleza buscamos un conocimiento detallado del sistema biofísico, y en general tratábamos a la sociedad como variable externa perturbadora de nuestros sistemas naturales ideales. Pero obviamos con frecuencia la gran importancia histórica que tiene la vinculación de la sociedad con su sistema ecológico en el último período geológico. En realidad creemos que la sociedad es un elemento interno al propio sistema que además lo dinamiza (por eso lo denominamos Socioecosistema). Lo que tratamos de hacer ahora es visibilizar esos lazos de interdependencia naturaleza-sociedad, con la idea de ir trasladando toda esa información a la planificación del territorio, así como a la gestión de espacios naturales, espacios protegidos, conservación de especies, etc. Se trata de llevar la Ciencia de la Sostenibilidad al terreno en un proceso que incluya la participación e implicación de los ciudadanos a todos los niveles posibles. Esto es totalmente factible gracias a métodos sociológicos ya muy desarrollados.

Involucrando las ciencias sociales en el proceso...

Sí, los biólogos nos hemos tenido que meter un poco a sociólogos, y hemos descubierto que poner en práctica estos métodos a cabo es solo cuestión de voluntad y colaboración con colegas de otras disciplinas del conocimiento. Hay muchos grupos de investigación ya en todo el mundo que hacen esto. Yo recientemente vengo de Brasil, de estar un mes trabajando con un grupo brasileño que comparte este planteamiento, pero en Europa surgen ya universidades, incluso, que tienen este paradigma. Donde trabaja ahora, por ejemplo, nuestra compañera Berta Martín López, en la Universidad de Leuphana, Alemania, tienen una Facultad de Ciencias de la Sostenibilidad.

¿Cuál es la mayor dificultad que han encontrado?

Quizás el problema que nos encontramos es más de tipo ideológico que un problema de métodos. Es que llevamos mucho tiempo haciendo las cosas de una manera y cambiar eso no es fácil de un día para otro. Es ahí donde se han generado conflictos entre científicos de diferentes disciplinas, técnicos, políticos y con población local. A veces esos conflictos son difíciles de desactivar.

¿Tiene que ver con que el investigador se ha mantenido al margen de su objeto de estudio?

En España en muchas zonas donde se practicaban políticas de conservación la población local nos acusaban a los científicos de estar en una torre de marfil. La idea de que estás en tu fortaleza intelectual inexpugnable. Se genera un recelo entre ambas comunidades, por parte de la población local porque sentía que se le excluía. Y se les ha excluido, es real, de la planificación de su propio territorio. Eso a veces ha significado sustraerle recursos para su propia subsistencia, para su modo de vida y eso difícilmente lo lleva bien nadie. Les quitaba poder, libertad y derechos. Por otra parte, esa suspicacia también generó en los propios investigadores eso de que “ellos no entienden lo que pasa”, nosotros sí lo sabemos porque somos científicos y tenemos que imponer la solución porque la conocemos, una suerte de falso “despotismo ilustrado”. Con el correr del tiempo se ha demostrado que esas soluciones muchas veces no eran tan buenas como se creía y que por lo menos parte de razón sí tenían esas comunidades al decir que ellos también mantenían los espacios y la biodiversidad.
La democracia significa que los propios ciudadanos deben estar presentes en las decisiones, porque también tienen conocimientos que los científicos hemos despreciado, conocimiento de sus ecosistemas, muy valiosos. Ahora estamos tratando de rescatar esos conocimientos casi en extinción, para la construcción de un futuro. No se puede volver al pasado, pero habrá que tratar de evitar que esos errores se repitan. Siempre es complicado, pero hay que hacer un esfuerzo y también hay que aprender. Puede que ellos no entiendan muchas cosas que los científicos sabemos, pero lo que no se puede es hacer nada sin ellos. Lo que no sepan tendremos que enseñárselo a la vez que hemos de aprender de lo mucho que saben ellos, es en parte un problema de comunicación.

O mediar…

Claro, en eso estamos. La visión del investigador no como alguien que está outside de la sociedad, sino como alguien que forma parte de la sociedad y que tiene un compromiso ético de mediador, sobre el conocimiento nuevo para que llegue a la sociedad, para que la sociedad lo haga suyo y actúe en consecuencia.

A nivel global, ¿qué está pasando respecto a este tema? ¿Existen experiencias que destacar?

Se puede decir que los pioneros de este tipo de mentalidad, son de los años 80 casi. Personas que llevan 15 o 20 años hablando de esto como un paradigma nuevo, una escuela de pensamiento y acción para los nuevos retos del siglo XXI. Hay bastante cuerpo de investigación muy reconocido por la comunidad científica, que ha llegado a publicaciones de altísimo nivel, como puede ser Nature, donde se publica lo más importante de la investigación mundial en todos los campos y las Ciencias de la Sostenibilidad ya forman parte de las publicaciones a ese nivel. Tiene que haber voluntad por parte de los gestores, los tomadores de decisiones y tienen que asumirlo. Y también tiene que ser asumido por la sociedad. Nosotros en España tenemos algunos ejemplos de trabajos en este sentido, que están dando los frutos ahora. No podemos decir que esto ya está consagrado, porque estamos encontrando los problemas típicos de las propuestas nuevas, pero a mí me parece muy esperanzador.

Porque en términos científicos, 20 años es poco tiempo…

Exactamente. En términos científicos es poco tiempo, pero en términos sociales es nada. Yo vengo a Chile, desde España y escucho los noticiarios y veo que tenemos unos procesos muy similares y paralelos de evolución de las sociedades. En este proceso, creo que son muy importantes estos planteamientos que implican participación de la sociedad en la ciencia.

Estamos investigando sobre la biodiversidad, en el momento que queramos hacer gestión de la biodiversidad, ya sea en espacios protegidos o ambientes productivos… no podemos hacerlo al margen de la sociedad. Entre lo que has podido conocer en Chile, ¿se reconoce la mirada que planteas al momento de investigar/intervenir?

Chile no es diferente de otros países como España. Cuando surge un paradigma siempre hay reacciones. En un principio son fuertes y contrarias, pero la ciencia avanza así. Los propios científicos, como científicos que son o los gestores, aunque en momentos determinados rechacen un paradigma nuevo inmediatamente lo van a entender, asumir y van a empezar a cambiar. El ejemplo de España yo creo que sería muy trasladable aquí. La verdad es que este tipo de planteamientos a la comunidad científica puramente dedicada a la investigación de la biodiversidad en un principio no le agradó nada. Lo ha sentido como un cuestionamiento, de que “lo hacemos mal”. Y no es que lo estés haciendo mal, tú estás haciendo bien una parte de tu trabajo que es investigar la biodiversidad, lo que no estamos haciendo bien, en general, es cómo lo llevamos a la práctica. Esto no funciona bien y creo que los propios científicos lo están asumiendo, porque no queda más remedio.

Pasando a otro tema, ¿qué características debe tener un estudiante al que le interese trabajar contigo?

Nosotros, en general, procedemos de disciplinas de tipo ciencias biofísicas. Biólogos, ambientólogos, ciencias forestales, ciencias de agronomía; eso puede ser un punto de partida, pero igual trabajamos con gente de las disciplinas sociales. Aparte, tiene que estar muy abierto a formarse en metodologías de ciencias biofísicas y de ciencias sociales y a entender cuál es la relación, a gustar de ese trabajo de entender las relaciones entre naturaleza y sociedad y cómo estamos interconectados. Los biólogos tenemos que ser medios sociólogos y los sociólogos o economistas tienen que ser medio biólogos, aunque no lo sean, pero tienen que entender cómo funciona el planeta, porque la base del planeta es la que nos sostiene, si no entendemos eso, acabaremos por el mal camino. ¿Qué tiene que tener? Pues ganas de trabajar y sobre todo motivación fuerte en conocer eso, los vínculos de esta sociedad con la madre tierra. 

¿Cuáles serían las recomendaciones para acercarse a las Ciencias de la Sostenibilidad? ¿Bibliografía, web u otros?

Hay mucha información. Artículos científicos, basta con que en un buscador científico al uso como puede ser la Web of Knowledge o Scopus, utilizar las palabras clave como socialecological systems o ecosystem services o participatory methods,u otras palabras claves relacionadas y vas a encontrar una cantidad muy importante. Respecto a vincularse o relacionarse con nosotros tenemos una página web en la cual tratamos de dar visibilidad a lo que hacemos y también ponemos enlaces para conocer otras instituciones hermanas, socias, amigas y para que puedan entrar en ese mundo. Ahora mismo, con las redes sociales es relativamente fácil informarse, hay que tener ganas y querer y abrir la mente, porque la mentalidad de especialista aquí no funciona bien. Sirve para cosas concretas pero tenemos que tener también la visión abierta al resto de disciplinas.

Enlace a la web del Laboratorio de Socioecosistemas: https://www.uam.es/gruposinv/socioeco/

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