Un 79 por ciento del territorio de la Quebrada de La Plata fue afectado por el incendio del 14 de noviembre del 2016, mismo día que el lugar fue declarado Santuario de la Naturaleza. Reconocido por su riqueza en flora, fauna y ecosistemas -con más de mil especies, incluyendo musgos, líquenes y hongos- la Estación Experimental privilegia el uso científico para fines de investigación, docencia y extensión con estudiantes y la comunidad a través de la educación ambiental.
Para enfrentar de la mejor forma las consecuencias del incendio, las autoridades de la Facultad de Ciencias Agronómicas crearon una comisión técnica que permitiera hacer un diagnóstico del daño producido por el incendio y que diseñara un Plan de Restauración Ecológica de Quebrada de La Plata. Para ello reunió a un equipo interdisciplinario e interinstitucional, liderado por el académico Jorge Pérez Quezada del Laboratorio de Ecología de Ecosistemas, e integrado por profesores de las facultades de Ciencias Agronómicas, Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, junto a representantes de la CONAF, del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), del Consejo de Monumentos Nacionales y de la Agrupación por la Conservación y Restauración de la Naturaleza (ACOREN), y la Agrupación Ambientalista de Defensa de la Quebrada de La Plata.
Es así como este trabajo se constituye en una experiencia pionera de trabajo interinstitucional de estas magnitudes en un plan de restauración, que podrá servir de base e insumo para otros lugares afectados por incendios forestales.
Los integrantes de la comisión se han reunido quincenalmente y han centrado su actividad en hacer un riguroso diagnóstico del daño, para lo cual han identificado Unidades Territoriales Homogéneas (UTH), que corresponden a porciones del terreno de condiciones similares de vegetación, pendiente, exposición, u otras características que sean relevantes para su posterior manejo y, de esta forma, determinar las áreas prioritarias de trabajo para el control de la erosión y su posterior reforestación.
El equipo se encuentra en el diseño del plan de recuperación para iniciar en abril su aplicación y monitoreo. Como explicó el profesor Pérez, “a partir de entonces comenzarían las acciones de restauración, que sin duda partirán por intentar evitar la erosión del suelo en aquellos sectores donde la severidad del incendio fue alta y el terreno tiene alta pendiente. Eso tiene que realizarse idealmente antes de las lluvias más intensas de este año. Luego seguirán acciones de plantación o siembra de especies que ayuden a acelerar el proceso de recuperación”.
Material de propagación y evaluación de la fauna
Entre los aspectos abordados en este proceso se encuentra el trabajo con las especies vegetales y la fauna de la Quebrada de La Plata. En el primer caso, el profesor Álvaro Promis, de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, encabeza el equipo que está realizando el diagnóstico con el objetivo de encontrar el método más adecuado para restaurar la zona “que sea lo más natural posible”.
En terreno, detalló el académico, están evaluando “los sectores que tienen más problemas y aquellas que tienen menores daños, de manera más superficial o que se pueda recuperar de forma más rápida”, como son los quebrachos. Con el incendio, en algunos casos, “no es que se haya muerto el árbol, por lo que la parte basal de éste puede ser capaz de regenerarse nuevamente”. En esta etapa, se deben excluir los animales que ingresen al predio a alimentarse de sus brotes, por lo que cercar el terreno es uno de los pasos fundamentales.
Para otras especies, el procedimiento es “contar con el material de propagación de plantas”, como son las semillas. Al respecto, el académico explicó que están recolectando semillas locales dado que poseen una carga genética de plantas “que han existido por mucho tiempo viviendo en las condiciones naturales en las que se encuentran, son plantas que se han ido adaptado a las sequias, precipitaciones, condiciones ambientales, para tener mayor certeza que van a tener éxito en su desarrollo”. Para ello, además de la recolección en los predios universitarios, comenzarán a solicitar apoyo de vecinos en cuyos terrenos se encuentren este tipo de semillas a fin que los voluntarios puedan recolectarlas desde predios aledaños.
En lo que respecta a fauna, el trabajo está siendo encabezado por la académica Valeria Rojas, del Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad, quien explicó que en el marco del trabajo académico que desempeña en la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, en el mes de septiembre realizaron un diagnóstico de las especies animales presentes en el lugar, información que cotejarán y trabajarán comparativamente con trabajo en terreno, para ver el cambio pre y posincendio, y la evolución. “Lo que nosotros pensamos hacer son líneas de base a través de todo el año para ver cómo se va repoblando de fauna vertebrada la Quebrada”, entre la que se encuentran pequeños roedores, anfibios y reptiles.
Educación ambiental
La Estación Experimental Germán Greve Silva, además de utilizarse para investigación y trabajo académico, es un espacio dedicado a la extensión. Como señaló Karol Armijo, directora de ACOREN, este ámbito se reforzará a través de la educación ambiental. “Para grupos de personas que soliciten el ingreso a la quebrada, se les ofrecerá una inducción respecto al terreno, el incendio y sus consecuencias, además del proceso que estamos realizando ahora por el plan de restauración”, explicó Armijo.
El trabajo de educación ambiental continuará con instancias informativas con las comunidades aledañas a la quebrada, como es la Villa El Maitén, entre otras, en las que participarán agrupaciones como el Club Social, Ambiental y Cultural de Ciclismo (CICLISTHRASH).